Comenzó el festival que reúne a gran parte del rock nacional, bandas vecinas y el atractivo internacional de la mítica Deep Purple; y convoca a miles de melómanos de todo el país.
Pese a la mezcla de géneros, la primera noche transcurrió con un público en total calma y que no se desanimó frente a las lluvias que invadieron la Comuna de San Roque durante todo el día cordobés.
Los show más destacados fueron los de La Pastillas del Abuelo, Tren Loco, León Gieco y Babasónicos. Aunque todas las miradas, expectativas e incertidumbres estaban puestas en lo que fue la última aparición de Pity Alvarez bajo el nombre de Intoxicados antes de resucitar a Viejas Locas.
Si bien todas las performances contaron con un óptimo sonido, el hecho de ser un festival conlleva a que cada presentación sea catalogada como “clásica”. Es decir, carentes de novedades, las mismas canciones que fueron interpretadas en anteriores recitales.
Con la panza al aire y sus habituales calzas bordó, Wallas volvió a demostrar sus dotes de “diva del rock” frente a Massacre con una lista que incluyó “Te veo al revés”, “Plan B”, “La reina de Marte”, “Sofía, la super vedette”, “Divorcio” y “Crua Chan” de Sumo en homenaje a Alejandro Sokol.
Mientras tanto, en el escenario metal, el volumen alto, la guitarra distorsionada, la prevalencia del negro en las ropas, las cabelleras largas agitándose y los cuernos en alto anunciaban el poderoso ser de Razones Concientes y que más tarde reviviría con Tren Loco.
El país de la libertad
Con el arranque de La Pastillas del Abuelo, el sector principal comenzó a llenarse de más y más jóvenes que corearon y gesticularon canciones como “Los Oportunistas”, “Otra vuelta de tuerca” y “La Parabellum del buen psicópata” de Los Redonditos de Ricota. Con su frecuente fusión de sonidos (candombe, folclore, murga y rock), Las Pastillas lograba levantar el ambiente festivo durante la caída de la tarde.
Luego fue el turno de D-Mente con un invitado de lujo. Sin demasiada algarabía, Andrés Giménez y compañía arremetieron sobre el escenario a la espera del momento esperado. El lleno total del campo se produjo con la aparición de León Gieco y miles de aplausos cerraron la emotiva “Memoria”.
A diferencia de los conjuntos anteriores, el legendario guitarrista y armoniquista deleitó a todos con canciones históricas (”El fantasma de Canterville”, “En el país de la libertad”, “El angel de la bicicleta” y “Sólo le pido a Dios”). Pero dejando de lado el sonido Fol. Y sorprendiendo con versiones mucho más roqueras.
A 80 centímetros del suelo
Los show de Catupecu Machu y Babasónicos no contaron con demasiada euforia pero sí con el buen sonido que los caracteriza y que a la larga deja conformes a sus seguidores.
Las lista de los de Fernando Ruiz Díaz contó con “Viaje del miedo”, “Óxido en el aire”, “Y lo que quiero…”, “A veces vuelvo”, entre otros hits radiales.
Lo más destacado y lo que levantó la adrenalina de los presentes fueron los invitados: Wallas de Massacre para “Plan B”, y Germán Daffunchio de Las Pelotas en “Magia veneno”.
Mientras algunos en el público descansaban en la bajada montañosa de la plaza, los de adelante pogueaban con “Dale” y “Origen extremo”.
El set de Dárgelos y compañía fue dedicado exclusivamente a sus cuatro últimos discos. Así sonaron “Pendejo”, “Putita” (que sigue provocando el mismo grito ensordecedor femenino, “Y qué?”, “Pijamas” y todas las canciones electro rock que conforman la reciente discografía de los de Lanas. A diferencia del concierto del año pasado en el Luna Park, “Microdancing” apareció sobre el final, antes del cierre definitivo con “Así se habla”.
Adiós, amigos
Pasados 30 minutos de la una de la madrugada (y ante otro principio de tormentas), Pity saludó a todos con un sencillo “Buen día” y agregó: “Intoxicados se va a tomar un descanso, unas vacaciones… Todo tiene un ciclo. Aproximadamente vamos a parar por un año o un año y medio. Espero que sepan entender”.
Acto seguido comenzó con una lista de temas alegóricos a su presente: “Espero que la vida”, “No tengo ganas” y “Volver a casa” y concluyó con “¿Qué vas a hacer tan sola hoy?” de Viejas Locas.
Así transcurrió el concierto, saltando de una banda a otra: “Lo artesanal” y “Perra” de su anterior (y ahora futura banda) y “Nunca quise” y “Fuego” del ya disuelto grupo.
Una hora después del comienzo, Pity sumó a un nuevo invitado a la noche: Skay. Al oír este nombre, varios de la audiencia que se disponían a partir volvieron a sus lugares para disfrutar de una improvisación jazzera con el ex guitarrista de Los Redondos, que se quedó hasta el cierre con “Las cosas que no se tocan”, y “Quieren rock”.
Casi a las 3 de la mañana, el predio fue quedando vació a la espera del segundo día del festival roquero más convocante de la Argentina |